Besta – Donde el Atlántico encuentra el Mediterráneo

Una carta de temporada

Es posible que cuando visites el restaurante Besta su carta haya cambiado completamente porque suelen renovarla cada semana acorde con el producto disponible según temporada, pero si coincides en el mismo periodo en el que fuimos nosotros (mayo), no te dejes escapar la flipante filloa de algas (taco verde de la foto), almejas gallegas con bearnesa de salsa verde; burro de mar sosado; raviolis mar y montaña (inolvidables…); tortilla de betanzos. Y sorpresa: ¡incluso los postres nos han encantado!, algo que muchos restaurantes, no sabemos por qué, no cuidan como el resto de la carta.

La experiencia en Besta ha sido perfecta, desde los platillos que elegimos, al vino que nos aconsejó el sommelier, el postre que saboreamos y hasta el gin casero que tomamos y que elaboran ellos mismos. Hacía mucho que un restaurante no nos sorprendía tanto y sin pasarse de precioso. ¡Bravo, Besta!