Qué comer
Aunque su carta no es amplísima, la minuciosa selección de platos o tapas es fantástica. A veces, como sugieren algunos chefs mediáticos: más vale una carta corta y bien elaborada, que no una demasiado larga desatendiendo elementos clave.
A pesar de tener unos cuantos platos que van variando en función de la temporada o de la semana, los platos estrella (personalmente claro) son sin duda los siguientes: albondigas con sepia, calamar con alcachofa y bacon (crema de alcachofa), las ricas croquetas de pollo con jamón, la bomba de la Barceloneta (versión xl), tortilla con judías y botifarra (hechas al momento) o el timbal de escalivada.
En un segundo plano, escogería también la ensaladilla rusa con olivada, las bravas o la escaixada de bacalao.
Lo dicho, aunque estos sean los platos fijos, dejad que los camareros os recomienden las tapas que van añadiendo temporalmente. Si siguen el nivel de las clásicas, entonces seguro que valdrán la pena.
Qué beber
Obviamente cervezas, vinos o refrescos. La única pega es que quizás la carta de vinos no es muy extensa o variada.