Palo Verde, cocina primitiva y sabores cultos
Como nos explica Andrés, el apelativo “Palo Verde” tiene dos connotaciones: por un lado se refiere a las brochetas, que era la idea inicial de este proyecto (servir toda la comida en una brocheta), hasta que el Covid modificó y por otro lado, también es la expresión con la que se conoce al billete un millón de dólares en Uruguay.
Nosotros no hemos encontrado ni las brochetas, ni un millón de dólares en nuestra mesa, pero sí que ha sido una grata sorpresa descubrir este restaurante.
Los platos que más nos han sorprendido y que hemos acompañado por un vino rosado natural (Edith Piaf), han sido: el tartar de pato (increíble, palabra de dos personas que no son amantes de la carne cruda); los riquísimos ñoquis de shitaque y limón; el arroz de sepia y alcachofas; el plato de calçots, cecina con ajo blanco… o sea: ¡todos los platos que probamos nos encantaron! Incluso el postre: una tatin de peras riquísima.
“Palo Verde, con sus platillos exquisitos y un precio medio de 30-35€ euros por persona, es sin duda, el restaurante ideal para mimarse en ocasiones especiales.