Nuestra incursión en el Bar El Pollo ha sido en horas menos concurridas: a las 12h y a las 18h, porque en pocos meses, este bar se ha convertido en la meca de los jóvenes nostálgicos de los lugares auténticos y por ello, no es nada fácil encontrar sitio según qué horas.
Pero cuando vayas, no te pierdas ninguna de sus tortillas como la txapela o la clásica, su ensaladilla rusa, la gilda, el matrimonio, las navajas, el pulpo u otras tapas del día que van variando según los ingredientes del día o semana.
Además de la clásica birra o vermut, una de las novedades que incorpora el Bar El Pollo es una importante oferta de vinos naturales.
En el Bar El Pollo encontrarás el lugar perfecto para tapear esos clásicos de la cocina vasca y española a precios accesibles, para tomar vermut o cañas bien tiradas, o sentirse en uno de esos bares barceloneses del ‘92 de larga barra de metal, taburetes altos y los míticos mantelitos de papel blanco y azul del “Buen Apetito”.
Ah, ahora si Bar el Pollo está lleno, al lado tienes el Bar Polla, de los mismos dueños, estética parecida y carta casi igual.