Se confirma: vuelven los bares castizos
Si algo tiene Barcelona por desgracia, es esa necesidad imperiosa de clonar conceptos y modas hasta la extenuidad. Pero de esta en concreto, nos alegramos. Y sí, porque porque reafirma que por fin vuelve el bar, la granja, la bodega, el bar manolo o simplemente, el bar de toda la vida que tanto nos identificaba. Lo hacían y hacen tanto a nivel estético (baldosa catalana…) y puesta en escena (barra larga de acero…), como por su propuesta gastronómica y papilar (bikini, gildas, molletes…). Eso sí, los precios ya no son populares…
Primero fueron Bar el Pollo o La Cañada (sin coffee specialty) o el referente Bar Camila, ahora llega OMA Bar. Hecho que nos alegramos, porque es la manera perfecta de mezclar y preservar nuestro patrimonio “barístico” con las nuevas tendencias foráneas.