Tere y Antonio gestionaban una de las bodegas icónicas del barrio de Gracia y que conserva toda la esencia de lo que debe contener y ofrecer un local tradicional como este: gente y ambiente de barrio, vermuts/vino a granel, precios asequibles y las tapas caseras de Tere. Ahora tiene nuevos propietarios que han dejado el local bastante parecido pero le han dado un cambio a la carta, así como se añadieron más mesas.