Una barra que lleva a otros mundos
“Kokka” es la palabra con la que se conoce a la hoja de coca en el Amazonas, y a partir de hoy, es para nosotros el nombre de nuestra nueva adicción en el barrio del Gòtic. Siguiendo el sugerente neón de su cartel en la entrada y bajando unas pocas escaleras, nos topamos con un escondido y acogedor restaurante japo-peruano.
A pesar de sus pocos metros cuadrados, donde cabe una barra amplia y unas cuantas mesas, la experiencia japo-peruana más íntima y exótica está asegurada. Los artífices de ellos son por un lado, el atento staff y también su chef Juan Otivo, de quien aprendimos la inmensidad de la cocina peruana y sus influencias japonesas, chinas, italianas o africanas. Un viaje inesperado que empieza desde la primera ojeada a su carta.