El precio del cocktail empieza sobre los 10€ (precios 2012) y va subiendo en función de la tónica o la ginebra que se pida, así como los demás productos que queráis añadir, tipo fresas, pepino, limón, canela, regaliz, etc etc…
La verdad, puede parecer caro, pero sencillamente vale la pena porque cómo los hacen y cómo sirven hace que hasta los teóricos detractores de la ginebra y el gintonic acaben gustándoles esta bebida refrescante.
Te dará incluso vergüenza pedir una cerveza.
Aunque su especialidad sea la bebida, este local tan in también ofrece la opción cena, aunque ahí no entraremos en valoraciones porque no lo hemos probado aún.
Todo ello complementa una gran oferta en un local rehabilitado y decorado con muy buen gusto. Ah, como no podía ser de otra manera, el fin de semana se llena hasta la bandera y su aforo es limitado, con lo que puede que te tengas que esperar fuera un rato…
God save the gin!