Hacía ya meses que perseguíamos una visita al reciente éxito gastronómico del Raval: el Bar Cañete. Hace unos cuantos sábados fue finalmente el gran día y visitamos por fin este bar restaurante.
El singular Bar Cañete se localiza en una calle perpendicular a las bulliciosas Ramblas, en concreto en la Calle de la Unió (paralela por arriba a Nou de la Rambla). Vamos, en el Raval más popular y auténtico, cerca del puerto.
El reciente local abrió sus puertas el año pasado y ha sido remodelado con mucho gusto y criterio intentando seguir el concepto de bar de toda la vida, pero aplicándoles toques contemporáneos de gran calidad, ya sea a nivel gastronómico como decorativo. Una interesante receta tradicional sazonada con una pizca de modernidad.
A parte del clásico ambiente del ex «barrio chino» que le envuelve, el primer factor que sorprenderá es su doble filosofía gastronómica: «Barra y Mantel«. En definitiva, se puede decir más alto pero no más claro: rápido o relajado, picoteo o ágape. Tu escoges.
La dicotomía de este nuevo espacio culinario de referencia se palpa ya de inicio antes de entrar en el local, puesto que con un juego cromático bicolor en sus dos imponentes toldos a pie de calle, ya se nos clasifica según nuestra elección: por un lado el color rojo nos alerta del tranquilo restaurante para comer en una mesa con su pertinente «mantel» y «plato hondo» más clásico, y por su parte, el color azul que nos orienta hacia el más desenfadado sector «barra«, donde tapear sin parar al ritmo de bar de mediodía.
De hecho, el acceso a una u otra zona, debe realizarse a priori por la calle, dado que por dentro no se comunican las salas, al menos para el uso de clientes se refiere.
La demarcación «azul» de Cañete corresponde al espacio más informal y bullicioso, donde se puede comer ininterrumpidamente de 13h a 24h en su barra de 17 metros de largo o también en algunas de las 5 mesas que cuenta ese espacio, siempre al son de los cocineros en su cocina a la vista.
Esta fracción consta de una decoración muy ibérica (sobretodo sureña), con suelos de gres, blancas paredes, barra de bar de madera y macetas colgadas con plantas por todas las paredes, a lo «patio andaluz».
Es la parte idónea para tapear las suculencias del bar de forma ágil y de calidad.
El encargado de la barra quilométrica es Josep Maria Massó. A lo mejor no os suena de nada, pero se trata de un reputado chef de nuestro país, y ello se percibe en sus elaborados platos o platillos.
La carta de la parte «barra» es cambiante según el mes del año porque se apuesta por el producto adecuado a cada etapa del año. Consta entre otros platillos o tapas de: gambas rojas a la sal, berenjenas a la miel, bocata de calamares, buñuelos de espinacas, etc.
Puede sonar típico o poco tentador, pero dejad que os llegue el plato a la mesa…O de entre sus postres resaltan: la tarta fina de manzana con crema o torrija con vino de misa. Todo cocina de mercado, fresco, guisado o frito.
Por su parte, la zona «mantel» ofrece una decoración más «seria» y con toques afrancesados, con una luz más tenue, mesas de mantel blancos y paredes repletas de objetos variopintos casi de coleccionista (como cabezas de toro, por ejemplo) o múltiples espejos. Todo en un ambiente mucho más relajado y refinado. Digamos, más restaurante.
Nosotros tuvimos el placer de degustar ahí un interesante y categórico surtido de apetitosos platos en el espacio «mantel».
Por ejemplo, un espectacular steak tártar de ternera con wasabi, tortilla de alcachofa, ventresca a la naranja, increíble roast beef de ternera asada con patatas horneadas o huevos de chocolate como postre. Una delicia en todos los sentidos y un servicio excelente.
A parte de la sala mantel y la de barra, el local ofrece una sala privada que se puede reservar para grupos y que propone disfrutar del restaurante de forma mucho más íntima y exclusiva, y con la misma carta que las dos otros espacios.
Como decía, Cañete es un bar/restaurante de un target medio-alto debido a sus precios, sobre todo los del restaurante de mantel. No obstante, en la parte barra podéis encontrar un menú mediodía de sólo 16€, algo mucho más asequible para todos los públicos.
Asimismo, si no disponéis de presupuesto amplio, siempre podéis optar por degustar algunos platillos o tapas y acompañarlo con algún excelente vino a copa que ofrecen.
Añadir que podéis reservar via web o teléfono, algo recomendable si pretendéis ir en horas punta, como los fines de semana.
"Si pudiera ir a diario, no lo dudaría..." - Stefania
"Me encanta su dualidad refinada en una parte y la canalla en la parte tapas" - Andreu
Lunes a Sábado
13h – 00h
Domingo cerrado
