Monvínic es un moderno espacio dedicado a la divulgación del vino y su cultura adyacente, tanto por su pequeño centro de investigación enológica, como por su extensa biblioteca temática, como por sus numerosas clases o catas de vinos que lleva a cabo, como por un cúmulo de grandes profesionales del sector que siempre nos guían estupendamente por este apasionante «món» (mundo) de la vid.
Este bar/restaurante/escuela te impresionará nada más entrar, sobretodo gracias a su imponente y minimalista decoración al estilo nórdico y de suave cromática de tonos muy mediterráneos. Un gusto excelente, bajo mi opinión, claro…
Como decíamos, el bar en sí es una experiencia en muchos aspectos y ello ya se percibe cuando nos sentamos y nos percatamos que la carta de vinos es un moderno tablet táctil que nos permite navegar cómodamente por la dilatada bodega y ecléctica oferta de vinos de Monvínic.
Dicho aparato nos muestra todas las variedades de vino que el bar ofrece (que no son pocas…), así como una breve explicación de cada uno (localización, foto de la botella, foto de los propietarios, añadas, nota de cata, precios, etc.).
Por cierto, la carta se modifica con cierta regularidad durante el mismo mes, por lo que resulta interesante pasarse con cierta frecuencia para analizar o probar las nuevas propuestas de los sommeliers o enólogos del Monvínic.
Si después de la breve lectura e indagación en la oferta vinícola no tenemos aún claro qué tomar (suele pasar…), entonces no dudéis en preguntar a los camareros, ellos os guiarán y os aconsejarán con mucho gusto qué caldo disfrutar en cada momento. En serio, ¡dejaros asesorar!