La galería, la tienda y el bar Kalso
El espacio está dividido en cuatro ambientes bien diferenciados pero armónicamente conectados: en primer lugar, nada más entrar encontraréis la diáfana, cambiante y blanca galería; a continuación, bajando unas pocas escaleras, tenéis el acceso a su tienda de arte y diseño con cantidad de cosas bonitas; justo detrás de la tienda se halla su espacio más escondido, el «lab» (laboratorio), una sala multidisciplinar diseñada tanto para la creación, como para la realización de espectáculos y eventos; y finalmente, por encima de la «shop» y el «lab» se ubica el espacio de socios/simpatizantes o también conocido simplemente como el bar/cafetería Kalso, que aparte de tener wifi es eventualmente el lugar para algunos eventos o conciertos.
Nosotros por ejemplo, estuvimos comiendo y bebiendo algo en el bar Kalso. Nos encantó tanto su decoración, el hecho de estar dentro de una galería de arte, su tenue iluminación, su mural en la pared principal, su selección musical, su estupendo catering para el pica-pica (bocadillos y quiches magníficas), su humus marca de la casa (especial mención, tenéis que probarlo!) y sobretodo la atención dispensada por Fátima y sus otros dos colaboradores.
Un trato y una amabilidad exquisita que invitan a volver cada día.
Sin duda alguna, propósitos como el de estos jóvenes de Miscelanea debe tener nuestro máximo apoyo porque Barcelona necesita este tipo de miscelaneas ocio culturales.
Y espacios como éste, demuestran que nuestra ciudad, pese a las múltiples adversidades, sabe crear proyectos magníficos como Miscelanea.
La cultura no debería ser un lujo!